Sí sí, lo he dicho bien. Higo chumbo. Es una fruta deliciosa, y si os hacéis con unos pocos, ésta es una manera rica de comerlos.
Se encuentran salvajes en la zona del Mediterráneo y climas cálidos de América. Son los frutos de una especie de cáctus que se llama Opuntia ficus-indica. Tienen que estar de un color anaranjado, y mucho cuidado al cogerlos -con guantes o pinzas- y al pelarlos, con cuchillo y tenedor, ya que tienen pinchos.
El sabor a mi me recuerda a melocotones, albaricoques y fruta de la pasión. Es un sabor suave y dulce, pero al tiempo exótico y fresco.
Si, como los míos, están ya bastante maduros, las semillas de dentro se quedan muy duras y no resulta agradable comerlos al natural. Un coulis es una salsa, crema o puré ligero hecho por cocción o maceración. A continuación se debe colar la pulpa para que quede fina. En este caso vamos a macerar la fruta con azúcar.
Modo de preparación:
- En primer lugar pelamos los higos- mucho cuidado de no pincharnos.
- Los cortamos en rodajas y espolvoreamos generosamente con azúcar (foto de la izquierda)
- Dejamos macerar entre 4 y 8 horas en la nevera, tapado.
- Pasamos por un colador o chino, ayudándonos de una cuchara. Obtendremos un coulis espeso de la fruta.
Yo la usé para acompañar un tiramisú, y quedó genial. También puedes hacer un helado, un cóctel o un batido, te quedará buenísimo.
Nota: Gracias papá por ir a coger los higos y explicarme esta receta. 🙂